La infancia es una de las etapas más importantes para los seres humanos. En este período, los niños atraviesan distintas fases del desarrollo mental y físico, puesto que pasan mucho tiempo jugando, estudiando y realizando actividades didácticas. Lamentablemente, muchos enfrentan traumas y situaciones difíciles, así que es fundamental que los padres los motiven a desarrollar la resiliencia infantil.
¿Por qué es tan importante desarrollar la resiliencia infantil?
La resiliencia infantil es un tema que no se debe tratar a la ligera, ya que los niños también se ven enfrentados a situaciones traumáticas como malos tratos, abusos, enfermedades, duelos, guerras, etc.
Estas circunstancias no solo afectan el desarrollo socioemocional de los más pequeños, sino que también influyen en su aprendizaje. La formación académica en cuanto a la lectura, escritura, solución de problemas de matemáticas y otras actividades escolares, requieren de gran disposición y concentración. No obstante, las experiencias traumáticas suelen ser perturbadoras obstaculizando la atención de los niños.
Por otra parte, las situaciones de dolor y sufrimiento también repercuten en su comportamiento y en su forma de socializar con los demás. Según el psicólogo Nahum Montagud Rubio, los niños tienden a ensimismarse más, tener problemas de baja autoestima e inseguridad. Igualmente, pueden sufrir de ansiedad, depresión, ataques de pánico y miedos irracionales. La timidez extrema, desórdenes alimenticios e ideas distorsionadas sobre el mundo y ellos mismos también es muy común.
¿Cómo manejar las situaciones traumáticas que han sufrido los niños?
Los pequeños no tienen la misma capacidad de comprensión de los grandes, así que el acompañamiento de los adultos en el proceso de resiliencia y superación es fundamental, ya que cuando no se manejan adecuadamente, las situaciones traumáticas pueden tener secuelas en la etapa adulta. Los mayores deben explicarles a los niños las diferentes circunstancias y dificultades de la vida recalcando los aspectos positivos y el “lado bueno” de esas situaciones.
Por otro lado, realizar actividades entretenidas y buscar espacios de esparcimiento es vitalpara enfocar la atención de los niños en ambientes más constructivos, como por ejemplo:
- Ejercicio físico o práctica de algún deporte.
- Actividades didácticas como talleres de lectura, pintura, artes plásticas, etc.
- Clases de música, danza, idiomas, cocina, etc.
- Visualización de contenido educativo, divertido y apropiado.
FICAIJ está comprometida con la infancia y adolescencia en todos sus ámbitos, por eso nuestro principal objetivo es acompañar su educación y brindarles contenidos de calidad y experiencias únicas que contribuyan con su crecimiento personal y emocional.