Es indiscutible la cantidad de oportunidades que se nos pueden presentar con aprender inglés, o simplemente la cantidad de culturas que podemos conocer a través de su propia lengua. Quizás estés interesado en aprender francés, alemán o ruso porque quieres ver más allá de lo que una traducción te puede brindar. Indistintamente de cuál sea tu intención, aprender un idioma toma tiempo, dedicación y muuuucha paciencia.
En la actualidad, existen personas que prometen que aprenderás inglés en muy corto tiempo a través de sus cursos o métodos “infalibles”, y además, en algunos casos, a costos descabellados. Por supuesto, en un mundo como este, en donde todo se mueve rápidamente y queremos obtener todo para este mismo instante, esa oferta resulta muy tentadora.
No obstante, sin importar cuánto pagues por una clase de inglés, mucho de ese aprendizaje dependerá más de ti que de una academia o profesor. Para aprender un idioma se requiere pasar por un proceso en donde deberás ir poco a poco al ritmo de tus capacidades. Así que te recomendamos que te propongas tener mucha calma y mucha perseverancia.
¿Qué es lo que NO te recomendamos?
No hagas listas de vocabulario sin sentido: entendemos que puedas pensar que el hecho de anotar palabras en una larga lista y poner su traducción a un lado te ayudará a aprender y retener vocabulario. Tener esa idea es más común de lo crees; todos los que hemos aprendido un idioma desde cero en algún momento lo pensamos.
Lamento decirte que es un método muy poco efectivo (quizás nada efectivo) ya que en poco tiempo olvidarás aquello que has anotado, y lo que es más probable, al intentar usar ese vocabulario, puede que te trabes tratando de encontrar la palabra deseada al pensar en su traducción. Trata de que el vocabulario que aprendas tenga un contexto con el que lo puedas asociar.
No tengas miedo a equivocarte: de las grandes lecciones que tenemos en la vida es: “de los errores se aprende” y al momento de aprender un idioma, los errores y las equivocaciones serán unos aliados muy importantes para poder progresar.
Te cuento otra cosa… No podrás evitarlos, así que aprende a hacerlos tus amigos así lograrás que tu aprendizaje avance de una forma muy fluida y te sentirás más tranquilo.
No tengas pereza de indagar: con esto me refiero a que debes ser muy curioso, ser ávido de información y conocimiento. Es importante que quieras conocer más y más sobre diferentes temas, y buscar nuevos métodos que se vayan adaptando a tu proceso.
No desvirtues otras culturas: los idiomas están extremadamente cargados de la cultura propia de los países donde se usan naturalmente. En ocasiones, nos topamos con cosas que son muy extrañas o ambiguas para nosotros porque se hacen de forma diferente a como las conocemos; para algunos es fascinante y para otros pueden parecer prácticas inimaginables o inaceptables.
Si esperas aprender un idioma no estarás exento de conocer su cultura. Abre tu mente a las diferencias que encontrarás en el mundo y verás cómo tu vida se enriquece.
¿Qué es lo que SÍ te recomendamos hacer?
¡Da el primer paso!: en ocasiones, comenzar a hacer lo que nos planteamos puede ser una tarea casi titánica, bien sea porque no sabemos por dónde comenzar o porque necesitamos algo que nos dé el impulsito para arrancar.
Si no sabes por dónde comenzar, y estás por aprender desde cero, te invitamos a que te unas a nuestros talleres virtuales, busques guías, un curso en alguna academia de tu ciudad o academia virtual, que te llame la atención. Durante el proceso de formación también puedes ayudarte con aplicaciones como Duolingo o Busuu. Todo esto para comenzar a ganar vocabulario básico que te acompañará por el resto de tu aprendizaje.
Si sientes que ya tienes algo de conocimiento, busca la manera de medir tu nivel y comienza desde allí. Quizás ya estés preparado para usar el INPUT comprensible, del que hablaré más adelante.
El horario es importante: en este punto tu disciplina y constancia deberán ser muy firmes. El aprendizaje de un idioma se fundamenta en su práctica. Fijarte un horario te permitirá establecer una rutina de estudio donde podrás identificar cada día nuevos usos del idioma y aprender algo nuevo; será un ciclo de refuerzo y aprendizaje continuo.
INPUT comprensible: no es más que exponerte al idioma tanto como puedas. Y no… no es que debas irte al extranjero para hacerlo. Comienza por pensar cuáles son tus temas de interés, quizás ¿alimentación sana?, ¿autos?, ¿el espacio exterior?, ¿naturaleza?, ¿animales?, ¿música? Sigue pensando.
Una vez que decidas cuál es tu tema de interés busca material que originalmente esté elaborado en el idioma que estás aprendiendo. Pueden ser películas, series, documentales, libros, revistas, youtubers, diarios, etc.
Ahora bien, comienza a ver ese material prestando especial atención y haz un esfuerzo en reflexionar sobre aquellas cosas que has aprendido y en entender el contexto. Intenta no traducir y tampoco entender cada una de las palabras, mejor mantente atento al contexto, irás asociando de forma casi instintiva y al cabo de un tiempo tu comprensión mejorará.
Por lo general, el INPUT comprensible es un método para aprender un idioma que se recomienda para quienes ya tienen una formación básica en el idioma, no es recomendable para quienes están en cero.
¡Disfruta el proceso!: esto es lo más importante del proceso. Disfrútalo tanto como puedas y el aprendizaje será más satisfactorio. Busca los métodos y herramientas que más se adapten a ti junto a tus temas de interés y sumérgete en el idioma, sus usos, su cultura y todo aquello que le rodee.
De ser necesario, vuelve a leer estas recomendaciones, investiga un poco más, o pide consejos nuestros instructores, ellos te podrán ayudar para que comiences a aprender. Pero no te quedes con las ganas de poder comunicarte en otro idioma distinto al tuyo, además, puede serte muy útil tanto en el ámbito académico como en el profesional. Recuerda, al aprender un idioma: tómate tu tiempo, respira, dedícate, sé constante y enamórate de él.