La gamificación es la diversión de los videojuegos al servicio de la educación

Gamificación

Hoy en día, la “gamificación” se utiliza cada vez con más frecuencia en sectores tanto laborales como educativos. Este término deriva de la palabra “game” que en inglés significa juego y, según los expertos, puede llegar a tener efectos muy positivos en aquellas actividades donde se aplica correctamente. Pero seguro te estás preguntando qué tienen que ver los juegos con el trabajo o el estudio.

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Qué es la gamificación

Es probable que cuando escuchas la palabra gamificación pienses un poco en los  videojuegos, y la verdad es que sí guardan una estrecha relación. La cultura del juego cambió radicalmente en los años 80 cuando aparecieron videojuegos con mecánicas más complejas que te invitaban a aplicar diferentes estrategias para ganar. 

Para sorpresa de muchos, estas técnicas y estrategias se trasladaron a otros ámbitos, puesto que algunos estudios comprobaron que podían aumentar la motivación y la productividad de una forma más divertida.

En este sentido, la gamificación consiste en aplicar mecánicas de juego en entornos educativos o profesionales con la finalidad de promover la participación de todos los miembros y recompensar el esfuerzo. Tal vez te parece inapropiado utilizar esta estrategia en un salón de clases o en una empresa, ya que puede resultar en desconcentración y desorganización, pero no es así.  

De hecho, ya en 2010, los diseñadores web Gabe Zichermann y Christopher Cunningham resaltaron en su libro la importancia de aplicar “la experiencia lúdica” en ámbitos fuera del juego. Esto quiere decir que no solo es completamente aceptable llevar la concentración, la diversión y las emociones vividas por el jugador al mundo real, sino también necesario.

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Gamificación aplicada a la educación: objetivos

Como ya dije antes, la gamificación se puede aplicar a diferentes tipos de contextos, uno de ellos es el ámbito educativo. Ser profesor no es una tarea fácil, por eso hay que valerse de herramientas que te ayuden a crear clases efectivas y al mismo tiempo divertidas. Y nada suena más divertido que un juego, ¿verdad?

En 1981, el profesor Tomas Malone desarrolló la “Teoría del Juego”  donde explica que la motivación intrínseca es creada por tres cualidades: desafío, fantasía y curiosidad. Por lo tanto, si estas cualidades se aplican de forma adecuada al proceso enseñanza – aprendizaje los resultados pueden ser muy positivos.

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Pero ¿cuáles son los objetivos de la gamificación? Bien, esta técnica tiene diferentes objetivos dependiendo del ámbito donde se aplique. En el contexto académico, es muy común usarla para que los alumnos se sientan menos aburridos y el aprendizaje sea adquirido de una manera más intuitiva. Aquí te dejo una lista:

  1. Generar experiencias positivas junto a sus compañeros y, de esta manera, fortalecer las relaciones sociales. 
  2. Fidelizar al alumno a través de la creación de un vínculo con el contenido estudiado. 
  3. Interiorizar más fácilmente el conocimiento para conseguir resultados más efectivos en torno al aprendizaje. 
  4. Recompensar al alumno por el esfuerzo hecho. 

Cómo crear una estrategia de gamificación

Hay muchas maneras de crear un programa de gamificación para el salón de clases o para cursos de cualquier tipo, todo lo que tienes que hacer es ponerle mucha creatividad y adaptar cada juego a las necesidades de tus alumnos. Sin embargo, existen una serie de características que debes incluir para aplicarlo de forma correcta:

  1. Niveles: todo juego es más emocionante si puedes subir de nivel con cada victoria, entonces es recomendable que incluyas diferentes niveles de dificultad. 
  2. Retos: no pierdas la oportunidad de incluir una serie de retos o misiones si quieres estimular el sentimiento de superación en tus estudiantes. 
  3. Insignia: el objetivo final es ganar, pero eso no quiere decir que no puedas premiar de manera individual las cualidades más resaltantes de los miembros del grupo. Entonces puedes crear insignias para “el más creativo” o para “el más solidario”, entre otras. 
  4. Puntos: ningún juego está completo sin un sistema de puntos, de lo contrario no sabrás quien es el ganador al final. 
  5. Premios: finalmente, el corazón de esta estrategia es el premio. Puedes entregar algo físico como dulces o trofeos, pero no olvides resaltar que no hay mayor premio que el conocimiento adquirido en el proceso. 

Tecnología y gamificación educativa: un dúo dinámico

Parece que los seres humanos tienen una relación amor-odio con la tecnología. En el mundo actual, es muy difícil desenvolverse sin ella, pero aún así, algunos insisten en resaltar sus aspectos negativos. Sin embargo, lo más importante es lo que hacemos con la tecnología, no la tecnología en sí.

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Por esta razón, combinar un plan de gamificación con aplicaciones, presentaciones en PowerPoint, podcasts, tablets, entre otras, puede hacer que tu estrategia sea aún más eficaz. No importa si se trata de un curso de idiomas, un taller de formación audiovisual o una clase de marketing digital, una estrategia de gamificación creativa complementada con diferentes herramientas tecnológicas hará la diferencia. 

¿Te animas a darle un matiz diferente a tus clases? No dudes en idear tu mejor plan de gamificación y, ¡por favor!, cuéntanos tu experiencia. Nos encanta saber si la información que brindamos es útil para ti.

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