Mi‌ ‌hijo‌ ‌no‌ ‌se‌ ‌despega‌ ‌del‌ ‌celular,‌ ‌¿qué‌ ‌hago?‌

Ser padre ya es una tarea bastante complicada y si a eso le sumamos el Internet y los dispositivos móviles, la convertimos en un verdadero reto. Hoy en día los niños no se despegan del celular y quizás pueda ser el caso de tu hijo. Por eso, te traemos algunos consejos de cómo sacar provecho de la tecnología móvil y evitar sus peligros. Es que son nuestros peques los llamados “nativos digitales” los que se ven más expuestos al impacto negativo del Smartphone.

Si se usa la tecnología celular de forma consciente hay ventajas para el cerebro en desarrollo de un niño, una de ellas puede ser tener buenos reflejos mentales. Pero también hay grandes desventajas si el uso es inadecuado. Por ejemplo: trastornos del sueño o poca capacidad de generar empatía, es decir, una mínima habilidad de ponerse en el lugar del otro. Todo padre y madre que ama y educa, deben saber que son ellos los encargados de poner límites y propiciar el buen uso de la tecnología celular.

“Eliminar el celular para los niños resulta artificial y contraproducente desde el punto de vista de que perdemos la oportunidad de orientar su uso con fines educativos.” Psicóloga social, Dolors Reig.

Si tu hijo tiene menos de un año, la OMS (Organización Mundial de la Salud) determinó que no se debe usar Smartphone, ni siquiera como medio de entretenimiento. Si ya cumplió un año pero no pasa de los cinco se aconseja que use el móvil por menos de una hora diaria. Esto se debe a que el uso prolongado mantiene al cerebro del niño en estado irritable. Asimismo, su memoria se deteriora y la atención disminuye, todo esto en un cerebro que apenas está en desarrollo.

Recomendaciones

El 80% de los niños abusan del tiempo que pasan con el teléfono móvil y los padres lo saben. Pero no conocen cómo establecer pautas para que dejen de hacerlo. Estas recomendaciones te ayudarán a controlar sanamente la convivencia entre los niños y el smartphone. 

• A 300 niños en un auditorio se les preguntó si se sentían ignorados por los padres mientras estos usaban el móvil, la respuesta fue sí. Recuerda que eres un espejo para tus hijos, antes de poner límites comienza por ti, sé un ejemplo y educa conscientemente a tu hijo. 
•  Los niños no están preparados a nivel cerebral para tener un teléfono celular. La velocidad, el vértigo y la inmediatez que aporta un móvil no va de la mano con la realidad.
• Un niño debe estar acompañado por su padre en todo momento mientras navega por la red. Es igual como cuando lo llevas al parque y le dices: “juega donde te pueda ver”. De esa manera debe ser con el teléfono, bajo supervisión.  
• Debes reeducar a tu hijo, explícale que a su edad no debe pasar más de 1 o 2 horas al día frente al teléfono. Además, el contenido debe estar acorde con la etapa que está viviendo. Las áreas más afectadas son: déficit de atención, aumento de la impulsividad y la falta de autocontrol. 
• Para reducir el tiempo que pasa frente al teléfono inteligente no uses el celular como recompensa. No le digas que si se porta bien, podrá usar el móvil. Esto no es psicológicamente sano, lo que va a hacer es desarrollar mayor ansiedad por usar el smartphone.  
• Es importante que haga actividades extraescolares como los deportes, las manualidades y los idiomas. Explícale, que todo el tiempo que pasa en el celular hace que se pierda de experiencias agradables y positivas con amigos y familiares.
• Coloca límites: a partir de determinada hora no se puede usar el celular, claro tú también debes cumplir con esta pauta. Asimismo, avisale cuánto tiempo le queda con el teléfono de esa manera, evitarás algún enfado.  
• El móvil debe quedarse fuera de la habitación una vez que se va a dormir. Allí donde no lo puedes monitorear puede llegar a desarrollar una adicción al teléfono. 
• El teléfono inteligente no es una necesidad, ni siquiera para un adulto. Hasta hace unos años cuando necesitábamos ir a algún lugar no usábamos el smartphone, pedíamos un taxi alzando la mano, te comunicabas por SMS en un teléfono convencional. No le regales un teléfono inteligente a un niño porque no está preparado para usarlo de forma correcta.

Si tu hijo es muy pequeño y no le has dado el teléfono celular no te apresures, que no lo necesita. Si ya está sumergido digitalmente en el móvil, no te preocupes no es tarde para que coloques límites. Quizás vendrán días un poco difíciles, pero el resultado va a ser favorable. Reeduca consciente y amorosamente, que la pantalla de un celular nunca va a ser más humana que un humano. Para Ficaij, la educación de los niños es fundamental, cuéntanos cómo ha sido tu experiencia con el móvil.